martes, 13 de mayo de 2014

Sesión 14: Mapa conceptual sobre el enfoque de la noción de tiempo (Tavernier)

¡Hola a todos una vez más! En el post de hoy que hace referencia al día 15 de abril (martes), mis compañeras de grupo y yo comenzamos a elaborar un trabajo-resumen del artículo "El enfoque de la noción de tiempo", de Tavernier. Este trabajo tuvo inicio en clase y lo terminamos a lo largo de los días de vacaciones.

1. La organización del tiempo

En primer lugar, hemos adjuntado a este trabajo, el mapa conceptual que hicimos hace un par de semanas y que colgué aquí (post de la sesión:13). En él hemos tratado sobre la organización del tiempo, que hace referencia al apartado 1 del artículo de Tavernier. A continuación, os vuelvo a compartir para que veáis  cada parte que compondrá este resumen.


Mapa conceptual "La organización del tiempo"
 

2. ¿Medir el tiempo?

El siguiente documento que compone este resumen es el mapa conceptual del apartado 2 que denomina "¿Medir el tiempo?". Para que los niños aprendan las nociones temporales, la maestra puede trabajarlas a partir de las fechas de acontecimientos importantes (en este caso, la venida de la maestra suplente), y alcanzar trabajar las nociones de duración y medidas. Es un proceso largo pero que si trabajado con paciencia y persistencia, los niños aprenderán muy significadamente.


Mapa conceptual de ¿medir tiempo?

 
3. El proceso de aprendizaje
 (nacimiento y confección de un calendario-reloj)
Este apartado corresponde al tercero de artículo que estamos trabajando.
Este proceso comienza porque el grupo de alumnos preguntan cuándo vendrá la otra profesora. La explicación que obtienen es vocabulario específico del concepto de tiempo (concretamente días de la semana) por lo que el alumnado requiere organizarlos. Este orden, necesario para poder comprobar o “medir la distancia” de tiempo entre un día y otro, la consiguen simbolizando gráficamente con figuras geométricas los días de la semana.
Reflejan así casi una semana, partiendo del día en que se encuentran y llegando al día donde viene la profesora. Identifican esta elaboración como calendario.
Posteriormente, van adquiriendo y asimilando más vocabulario referente a la temática del tiempo: conceptos de mañana, ayer, hoy… Es interesante destacar que para calcular el tiempo restante hasta el día que quieren, emplean la estrategia de contar las noches que tienen que pasar.
La profesora anuncia un nuevo evento, a lo que el grupo responde inmediatamente preguntando cuándo será (han comenzado a sentir la necesidad de orientarse temporalmente). Seguidamente señalizan el día concreto en su calendario, el cual leen a través de los iconos establecidos en las sesiones anteriores.
Después de vivir la secuencia de días elaborada, logran deducir que requieren “volver” al inicio (es decir, comienza otra semana).
A medida que avanzan los días necesitan situarse en el calendario. En una de las asambleas, un niño comenta y explica su conocimiento del reloj; incluso lo dibuja incluyendo números –pese a que no han sido trabajados en clase-. El grupo justifica que quieren leer las horas para diferenciar los momentos del día. Para aproximarse a esto, proponen “dividir” el día en mañana y tarde.
La docente continúa el trabajo con el calendario, incluyendo este en la rutina del aula de manera práctica, en las diferentes actividades y procurando eficacia. Para trabajar los momentos del día emplean dibujos que representan los acontecimientos vividos en este.


4. La botella agujereada
              
Este corresponde al cuarto apartado del artículo.
A través de distintas actividades, utilizando tan solo algunas botellas de plástico agujereadas, podemos acercar a los niños de infantil a las nociones temporales, en el cual son de difícil comprensión para ellos. Algunos de los conceptos de tiempo son los siguientes: isocronismo, duración, sucesividad, simultaneidad, sincronización, volumen y  velocidad.
A continuación, veremos algunos tipos de actividad  que ayudarán a desarrollar estos conceptos con los niños.

Isocronismo: para que los niños lleguen a comprender este término se les propone un juego en el cual tendremos una botella agujereada cuya duración de vaciado son 35 segundos, un abrigo amplio con dos botones grandes, un gorro al que hay que hacer un nudo, un par de botas y por último un rompecabezas de seis piezas. El juego consta de dos partes: la primera consiste en intentar que los niños (de uno en uno) logren vestirse antes que se vacíe por completo la botella, pero ninguno es capaz de hacerlo. Existen varias disputas ya que unos consiguieron ponerse más prendas que los otros, pero al final acaban de acuerdo en que todos han tenido exactamente el mismo tiempo para hacerlo ya que la botella y el agujero son los mismos, por tanto el agua cae a la misma velocidad en todas las ocasiones. La segunda parte consiste en trabajar de manera simultánea dos actividades distintas contando con la misma botella, y por lo tanto con el mismo tiempo de realización de cada actividad. En esta ocasión, un niño/a deberá intentar vestirse antes que se vacíe la botella al mismo tiempo que un compañero/a intenta resolver un rompecabezas de seis piezas. Los resultados que se obtienen son que los niños son capaces de vestirse antes que se termine el agua de la botella pero sin embargo no son capaces de terminar el rompecabezas. Finalmente se obtienen los mismos resultados con toda la clase pero los niños se han divertido, han aprendido a organizarse y se han entrenado.

Duración: a través de las actividades descritas a continuación, los niños podrán conocer  y comprender este concepto. En la primera actividad, se utiliza la hora del recreo como punto de partida y se coge  una botella agujereada, se llena y se pone su tapón. Cuando comience el recreo, se quita el tapón y se pone la botella fija sobre un pie. El vaciado de la botella será de 35 minutos, estipulando así el tiempo de recreo.  Durante este tiempo, los niños se preocupan por el nivel del agua, y demuestran interés por aprender a cerca del tiempo. Por otro lado, con la finalidad de trabajar la duración de la mañana, se llena una botella grande en el cual la duración de su vaciado es de dos horas y media. Los niños tienen que observarla en cuanto a su nivel de agua en la entrada al cole y posteriormente en la salida del mismo.

Sucesividad: para entender este concepto, necesitamos dos botellas de plástico del mismo tamaño, una de ellas agujereada y la otra no, y un embudo. Se coloca ambas botellas de tal manera que cuando la botella llena de agua comience a vaciarse, dicha agua se introduzca en la botella vacía gracias al embudo. Dejaremos que los niños observen este proceso, y a continuación se les dará una serie de fichas, como podemos observar bajo, las cuales representan diversos momentos por los cuales han pasada ambas botellas. Los niños  deberán ordenarlas conforme se ha ido sucediendo la situación anteriormente observada.

Simultaneidad: con la actividad anteriormente descrita se puede trabajar también este concepto, puesto que de forma simultánea se produce el vaciado y llenado de dos botellas distintas. También se puede trabajar con los niños con otra actividad, en el cual consiste en presentar al niño una botella agujereada con la duración de 35 segundos y un minutero de un aparto de fotografía regulado para la misma duración. El objetivo perseguido es que los niños observen que ambos instrumentos funcionan simultáneamente, es decir al mismo tiempo y que poseen el mismo tiempo de duración entre sí.
Sincronización: este concepto consiste en hacer que coincidan en el mismo tiempo como mínimo dos movimiento o actividades. Como hemos mencionado anteriormente en el concepto de isocronismo, podemos tomar como ejemplo la segunda parte de la actividad que se utilizaba para entender dicho concepto. Esta parte consistía en que los alumnos, de manera individual y al mismo tiempo, tenían que realizar dos actividades distintas, disponiendo ambos del mismo tiempo para realizarlas, una botella agujereada con una duración de vaciado de 35 segundos, e intentar resolver la actividad antes de que se vaciara la botella. De esta manera los niños entienden que aunque estan realizando dos actividades distintas las están realizando de manera sincronizada, es decir, al mismo tiempo.
Volumen: los niños experimentan con una botella vacía no agujereada, embudo, barreño y  taza. Los niños dejan la botella sobre el barreño lleno de agua y observan la flotabilidad de esta, a continuación investigan a partir de cuantas tazas de agua la botella no flotara. El resultado es que con 3 tazas la botella se va al fondo, con menos seguirá flotando.
Velocidad: el alumnado puede experimentar y entender el término velocidad con dos botellas de plástico del mismo tamaño, con un agujero de diverso grosor. Ambas se llenan de agua y la se comenzarán a vaciar al mismo tiempo, mediante la observación del tiempo que tardan ambas botellas en vaciarse, se darán cuenta de que la velocidad de ambas es distinta, puesto que la que tiene el agujero de mayor grosor se vacía a mayor velocidad que la otra.
 
 Botellas agujereadas para trabajar las nociones temporales


5. La percepción del tiempo

Este apartado corresponde al quinto y último apartado del artículo de Tavernier. Aquí trataremos los 3 puntos básicos, que son los siguientes: la importancia de una buena estructuración del tiempo, del tiempo vivido al  tiempo percibido y el papel de la escuela elemental.


 

Espero que os haya servido la información compartida. ¡Un saludo cordial y hasta la próxima!

 

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